El agua dulce es aquella proveniente de la lluvia, hielo, escarcha, rocío, etc. Se la puede encontrar en el interior de los continentes; en los arroyos, ríos, lagos y manantiales. Posee propiedades físicas y químicas que la hacen óptima para el consumo y para el hábitat de algunas especies acuáticas.
Pese a existir una enorme cantidad de agua, no toda tiene las mismas oportunidades de uso para los fines del hombre. El agua dulce, a la que se puede tener acceso más o menos directo, representa sólo el 0.32% (4307850 Km3) de la cantidad total del planeta, de esta última cantidad, el 97% es agua subterránea.
Figura Distribución del agua en el mundo |
Desafortunadamente, el acceso a más del 99% de estas aguas de superficie y subterráneas no es fácil, y dependemos del 0.6% que está disponible (alrededor del 0.004% de la cantidad original) para abastecernos de agua. El ritmo al cual se puede utilizar esta provisión, en apariencia abundante, de agua dulce está limitado por la rapidez con la cual el agua se mueve por las diferentes partes del ciclo hidrológico. El tiempo para reponer (o sea, reemplazar totalmente) el agua varía desde más o menos 2 semanas en la atmósfera hasta 10 a 100 años en los lagos, según su profundidad. Es difícil estimar qué proporción del presupuesto total de agua está disponible sobre una base de continuidad.
0 comentarios::
Publicar un comentario